Hoy en el Archivo Nacional se ha presentado el volumen de carácter histórico “Y los archivos guardaron sus voces” (Editorial Crann), de las autoras chilenas Judith Riquelme (Bibliotecologa y Documentalista) y Miriam Krawczyk (arquitecta de la Universidad de Chile), que investiga el rol de la diplomacia chilena en la construcción de una red de ayuda para los ciudadanos polacos –muchos de los cuales judíos- refugiados en Italia durante la Segunda Guerra Mundial.
A través de una detallada reconstrucción histórica, el libro analiza el periodo que va desde el junio de 1940 hasta el febrero 1943; desde la asunción por parte del Embajador de Chile en Italia, Ramón Briones Luco, de los llamados “Intereses polacos”, hasta la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Chile y el Eje.
Riquelme y Krawczyk dan voz a las personas gracias a la publicación de un gran número de cartas, subrayando como la Embajada de Chile en Italia se haya hecho cargo de ayudar, asistir y en muchos casos proteger los judíos polacos que a ella acudían con la esperanza de salvarse de las deportaciones. Historias y voces que dan cuenta de la tragedia y de la desesperación de aquella época.
“Las historias de las personas en este contexto son importantes, especialmente cuando vienen con su propia voz. Nos dicen mucho más de ciertos acontecimientos históricos y de sus significados que muchas otras maneras de confrontar la realidad”, dijo Miriam Krawczyk.
Presentes en el evento la Embajadora de Israel, Marina Rosenberg, y el Embajador de Italia en Chile, Mauro Battocchi, quien ha subrayado como han existido decenas de casos de ciudadanos italianos valientes que decidieron arriesgar sus vidas con el objetivo de salvar a judíos durante aquellos trágicos años.
“Gracias a la solidaridad y a la ayuda de ciudadanos o de enteras comunidades, pese a los enormes riesgos, se calcula que han sido alrededor de 35.000 los judíos italianos que se salvaron gracias a estas redes humanitarias”, mencionó el Embajador.
De hecho son más de 600 los italianos que recibieron el título de “Justos entre las gentes”, un título otorgado por Israel a quienes cumplieron grandes esfuerzos para amparar a judíos. El Embajador Battocchi ha finalmente mencionado un historia particular: protagonista uno de los más grandes deportistas de la historia italiana, Gino Bartali. El ciclista, que sería después del conflicto ganador del Giro d’Italia y del Tour de France, no solo protegió en su casa a una entera familia de judíos sino que –durante entrenamientos ficticios- transportaba escondidos en su bicicleta documentos y visados falsos.
“Y los archivos guardaron sus voces” ofrece entonces muchas oportunidades de reflexión, describiendo una época oscura tanto para Italia como por el mundo. Sin embargo, gracias a los testimonios directos que las autoras encontraron y publicaron, vislumbra una sensación de conmovedora esperanza, dando cuenta de la gran cantidad de personas que se activaron para contrarrestar una de las más grandes tragedias que la humanidad haya conocido.