Era el 25 agosto de 1960 e Italia se preparaba con ansiedad a la realización del más grande evento deportivo del posguerra: las Olimpiadas de Roma.
Ese acontecimiento deportivo fue considerado el símbolo de la reconstrucción de un País que a partir en ese momento se daba cuenta de estar viviendo una fase de profunda modernización. Con la construcción de grandes infraestructuras tanto deportivas como urbanas, con la elegancia del público y de los atletas marcó un nuevo renacimiento italiano.
Los atletas que participaron en esa edición de las Olimpiadas se convertirán en símbolos de sus propias épocas deportivas.
Es el caso del primer maratonista africano, el etíope Abela Bikila que gana la competencia sin zapatillas. Será la primera medalla de oro africana en la historia de las Olimpiadas. Triunfa estableciendo un nuevo record mundial y su carrera solitaria y descalza por la “urbe” y entre las luces del Coliseo lo convierte en un hito del deporte mundial.
Otro protagonista de esa edición de las Olimpiadas fue el boxeador afroamericano Cassius Clay que frente a los 15.000 espectadores del PalaEur, el 15 de septiembre se adjudica la medalla de oro en la categoría de los medios máximos, un paso en el camino de éxitos para el futuro Muhammad Alí.
Las Olimpiadas de Roma fueron marcadas también por el protagonismo de grandes figuras deportivas italianas.
Es el caso de Livio Berruti, turinés, clase 1939, en primera instancia abocado al tenis para después dedicarse al atletismo que, el día 3 de septiembre de 1960, se convierte en leyenda deportiva ganando los 200 metros planos y transformándose en símbolo de una Italia ganadora.
Tres días después un italiano entra en el ring de boxeo para convertirse en un icono italiano de este deporte. Nino Benvenuti gana la medalla de oro en la categoría de los pesos welter derrotando el ruso Yuri Radionyak. La victoria se transforma en un trampolín hacia una carrera llena de triunfos para el boxeador italiano.
El futbol olímpico seña el debut de uno de los protagonistas italianos durante los años siguiente de este deporte. Gianni Rivera con tan solo 17 años revela sus dotes de líder y deportista en una selección que a pesar de no cumplir con las expectativas del publico da muestra de importantes talentos futbolísticos incluso el de Giovanni Trapattoni futuro director técnico de la selección italiana.
En la equitación los hermanos D’Inzeo que, en sus carreras participaron a un total de 8 juegos olímpicos, mostraron sus habilidades en el salto con vallas ganando medalla de oro y de plata.
La edición 1960 de los juegos olímpicos de Roma mostró como los eventos deportivos son capaces de levantar un País y hacer soñar el público.
La próxima cita italiana con el deporte olímpico serán los Juegos Olímpicos de Invierno en Milán y Cortina de 2026 que se realizarán entre el 6 y el 22 de febrero de ese año.
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