Con una capacidad de captura de luz 100 millones superior al ojo humano, emplazado en la cumbre del Cerro Amazonas en el desierto de Atacama a una altura de 3.000 metros, el European Extremely Large Telescope (E-ELT) de ESO, que será construido por un consorcio formado por las empresas italianas Cimolai y Astaldi (ACe) en conjunto con Eie Group, ha terminado su etapa de definición del diseño, el cual debería ser aprobado dentro del primer trimestre del 2021.
Si bien los trabajos de construcción se han momentáneamente suspendidos a causa de la emergencia sanitaria del COVID, el consorcio italiano, que en 2016 ha ganado la licitación de casi 400 millones de euro para su construcción, sigue avanzando en otras etapas del proyecto.
Con un espejo primario de 39,3 metros de diámetro el E-ELT, compuesto por 798 espejos hexagonales de 1,4 metros cada uno, será el telescopio óptico/infrarrojo cercano más grande del mundo, capaz a través de sus otros espejos, de recoger y dirigir la luz hasta los diversos instrumentos que se encontrarán ubicados en dos plataformas laterales, cada una con la dimensión de una cancha de tenis.
Los instrumentos y las estructuras del E-ELT serán ubicados en una cúpula gigante para protegerlos de las condiciones del desierto.
La construcción de la cúpula está siendo realizada por Cimolai y se trata de una obra majestuosa ya que tendrá una altura y un diámetro de 88 metros respectivamente –es decir la misma altura de un edificio de 30 pisos-, ocupando aproximadamente el espacio de una cancha de futbol.
Este supertelescopio, cuyo costo global será de 1.000 millones de US$ y que debería empezar a operar a fines de 2024, recogerá 13 veces más luz de los más avanzados sistemas existentes hoy en día y otorgará imágenes 15 veces más nítidas de las provistas actualmente por el Telescopio Espacial Hubble.
Mirar el cielo, responder a las preguntas sobre el Universo, estudiar la composición de los planetas fuera de nuestro sistema solar tendrán próximamente un sello italiano.
