Gran participación ha tenido el seminario internacional sobre “Economía circular y gestión de residuos orgánicos” realizado conjuntamente por el Ministerio de Medio Ambiente, la Embajada de Italia y la Fundación Chile Verde el pasado jueves 11 de abril. El evento, abierto por la Ministra Schmidt y el Subsecretario italiano de Asuntos exteriores Picchi, han ilustrado dos casos exitosos, los de Milán y de Padua.

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Ministra Carolina Schmidt y Subsecretario italiano de Asuntos Exteriores Guglielmo Picchi

Milán, con un modelo puerta a puerta, recoge actualmente más del doble de los residuos orgánicos que cualquier otra ciudad europea. El modelo de recogida selectiva de Milán ha suscitado el interés del C40, una red global constituida por los alcaldes de las mayores ciudades del mundo, comprometidas en reducir sus propias emisiones de gas invernadero compartiendo las buenas prácticas, también en la gestión de los residuos. Otro punto fuerte en la recolección de materia orgánica en Milán es el uso de bolsas de bioplástico biodegradable y compostable, impermeables, higiénicas, transpirables, y adecuadas para el tratamiento en las instalaciones de compostaje y de digestión anaeróbica. La compostabilidad de las bolsas es un factor clave, esencial para asegurar la calidad del material a eliminar.

La recolección de materia orgánica ha permitido a la ciudad de Milán superar el 50% de recogida selectiva, un dato realmente óptimo para una gran metrópolis. En la ciudad lombarda, en un año, se recogen más de 90 kg por habitante de residuos orgánicos. La materia orgánica “de calidad” recogida en Milán supera el 95%.

Más allá de los números, lo que llama también la atención es que Milán es una metrópolis multiétnica, y a pesar de su procedencia, religión, cultura o ideas políticas, todos participan del programa. La gestión de residuos como elemento común y/o punto de encuentro de comunidades y culturas distintas.

production line for the processing of plastic waste in the factory

El esquema de Padua abarca todo un distrito con 26 municipios, que formaron un consorcio (una “empresa pública de servicios”) llamado a gestionar los desechos orgánicos y las aguas servidas. El distrito tiene una población aproximada de 205.000 personas, y cubre un área de 58.000 kilómetros cuadrados. El modelo consiste en la recolección puerta a puerta de los deshechos biodegradables. Los deshechos de jardines se compostan con lodos de aguas residuales en una planta ubicada en el distrito, y los deshechos de comidas son llevados a una planta de compostaje fuera del distrito. Los hogares también compostan sus desechos de jardines. En total, en 1998 se recolectaron, en forma separada, 7.571 toneladas de desechos de comida y 8.876 toneladas de desechos de jardines (50,8% del total de deshechos producidos). En promedio, cada año se recogen más de 80 kg de residuos orgánicos por habitante. El esquema ha sido exitoso debido a la conveniencia de la recolección de desechos para los hogares. En el caso de Padua, lo que nos llama la atención es la eficacia del proceso de agregación de actores en zonas fundamentalmente rurales.

Los representantes de municipalidades y otras autoridades locales de Chile encontraron esas experiencias de gran interés. Contactos se estrecharon para consultas y la posibilidad de trabajo en conjunto.

A propósito del modelo italiano como posible referente a seguir, les aconsejamos leer también el extenso artículo sobre Economía circular y gestión de residuos en Chile y en Italia publicado en la prestigiosa revista del rubro paiscircular.cl.

Para los que no pudieron asistir les dejamos el link a la transmisión en vivo del evento. ¡Disfruten!