Rojo, intenso y a la vez relajado, Aperol es como una puesta de sol.

Inconfundible y, cada vez, sorprendente. De no serlo no hablaríamos de un licor icono que acompaña los italianos desde exactamente cien años. Cien años vividos entre tradición e innovación. Cien años tras los cuales se ha convertido en un símbolo del estilo de vida italiano en el mundo siendo distribuido y consumido en decenas de países alrededor del planeta.

Aperol nace en 1919 y es presentado por primera vez en la Feria Internacional de Padova. Lo crean dos hermanos de Veneto, los Barbieri, que en una de las muchas explosiones del genio itálico generan una mezcla única y secreta que se basa en el equilibrio entre una gradación alchoólica baja (11%) y un mix de hierbas y raíces que le otorga un sabor intenso y vivaz, perfecto para los cócteles.

Los Barbieri aún no lo sabían –aunque tal vez lo imaginaban- pero Aperol ya estaba destinado a convertirse en uno entre los licores más amados por los italianos. Tan amado que hoy, un siglo después y pese al cambio de Barbieri al grupo Campari, la receta original permanece idéntica y secreta.

La verdadera explosión del brand, sin embargo, coincide con el lanzamiento de las campañas publicitarias en Carosello. Hablamos de los años del boom económico, después de la segunda guerra mundial, cuando la televisión comienza a entrar en las casas de los italianos y las familias se reúnen frente al aparato televisivo. Como otras marcas históricas italianas Aperol penetra en la imaginación colectiva gracias a esta mítica ventana publicitaria de tres minutos: histórico su comercial “Ah Aperol”, interpretado por el gran actor italiano Tino Buazzelli que exclamaba la frase golpeándose la frente. Justamente aquella frase, “Ah Aperol!” fue tan exitosa que se convirtió rápidamente en un clásico italiano, repetida cotidianamente en todos los bares de la península.

 

Dese los años ’50 para Aperol es un sin fin de éxitos, hasta que a finales de los años 80 la marca -ya famosísima- adapta su estrategia publicitaria enfocando la comunicación en el aperitivo Aperol Spritz.

A propósito: imagínense que según datos fornidos por el mismo grupo Campari hoy en Veneto, la tierra de origen del Spritz, el consumo cotidiano de Aperol Spritz es de alrededor de 300.000 diarios, ¡más de 200 por minuto!

Finalmente, siempre hablando de comerciales, es de 2005 el famoso anuncio en el cual una modelo (pelirroja desde luego) desfila sobre un recorrido de mesas de bar para llevar el Aperol Spritz a los clientes más alejados. El claim final “Happy Spritz, Happy Aperol” demuestra ya una apuesta total por el muy popular aperitivo asociado indisolublemente con Aperol.

Un siglo después de su presentación Aperol se ha convertido en uno de los licores más vendidos no solo en en Italia , sino que en el mundo; y esto gracias a su versatilidad: porque es un producto vivaz que evoca el estilo de vida italiano de belleza y equilibrio, de elegancia mixta a despreocupación. Solar y lleno de vitalidad, absolutamente italiano pero con un poderoso appeal internacional.

Tanti auguri Aperol!

…Ah, y si quieren preparar el Spritz perfecto, aquí unos tips: en una copa de vino grande (en este orden): hielo y 1 rodaja de naranja, 3 partes de prosecco, 2 partes de Aperol, 1 chorrito de seltz (agua con gas)… ¡y a disfrutar!