¿En qué está Italia hoy en términos de lucha al Covid-19?

 

Frente a una realidad sanitaria bajo control, Italia se encuentra en una situación de gradual desconfinamiento. Una condición en la cual, emotivamente, se mezclan el entusiasmo para volver a arrancar con la normalidad socio-económica y el temor para los posibles rebrotes.

 

El desconfinamiento por etapas, llamado Fase 2, empezó el pasado 3 de mayo. Se volvieron a abrir empresas e industrias estratégicas y de a poco se permitieron las visitas entre familiares, después de dos meses de alejamiento obligatorio que han reflejado la cara más solidaria y respetuosa de los italianos.

 

En las siguientes semanas, a través del monitoreo constante de la curva epidémica (que seguía en picada), la vida social pudo restablecerse en algunos de sus aspectos fundamentales: pequeñas reuniones con amigos, restaurantes y tiendas abiertas con aforo limitado, mientras que parques y plazas volvieron a ser un normal lugar de paseo.

 

Finalmente, desde la mitad del mes de junio, la vida en Italia ha retomado un flujo casi regular. Siendo permitidos los desplazamientos entre regiones y hasta el tránsito de personas procedentes de países Schengen.

 

Bajo el respecto de normas imprescindibles como el uso de la mascarilla, prácticamente cualquier actividad que no implique reuniones numerosas (especialmente en lugares cerrados) es ahora practicable.

 

 

Una condición que ha devuelto la sonrisa a los italianos, pero que no significa que el peligro haya desaparecido. De hecho, es lógico preguntarse qué cosa nos está enseñando la actual situación italiana.

 

En primer lugar que es fundamental seguir monitoreando la curva de los contagios. Pese a no existir una emergencia sanitaria, el virus sigue presente y activo. Por lo tanto, es necesario no bajar los brazos y mantener las defensas alerta.

 

Por esta razón es imprescindible un minucioso trabajo para trazar los nuevos casos y aislar con extrema rapidez posible casos que podrían dar vida a rebrotes. En Italia esta tarea se está llevando a cabo gracias al mantenimiento de un alto número de test PCR (fueron 53.334 hoy día) y a una campaña de test serológico para establecer qué porcentaje de la población contrajo el virus.

 

Como se lee en la web de la “Protezione Civile”: “El bajo número de nuevos casos se registra gracias a la actividad de testing-tracing-tracking que permite de interrumpir potenciales cadenas de transmisión.”

 

Estas medidas han permitido, hasta el momento, contrarrestar con éxito todos los nuevos pequeños e inevitables rebrotes que ocurrieron a lo largo del País (pueden leer más aquí : https://www.epicentro.iss.it/coronavirus/sars-cov-2-dashboard)

 

 

Fundamental también es la experiencia clínica adquirida por el personal de salud. Pese a que no existe aún una cura específica para el Covid-19, dos meses en trinchera han entregado a médicos y enfermeros italianos conocimientos mucho más profundo de como atacar el virus. El dato según el cual las unidades UCI se van vaciando día tras día lo demostraría.

 

Nuevamente la «Protezione Civile”: “La disminución en los tiempos entre el comienzo de los síntomas y la diagnosis/aislamiento permite una más rápida identificación en la asistencia clínica de las personas contagiadas”.

 

Y finalmente, estos meses post-cuarentena, nos confirman algo que ya sabíamos (y que no podemos olvidar): es esencial mantener vigentes todas las medidas de precaución como el constante lavado de manos, el distanciamiento social y sobre todo el uso de la mascarilla (que se está aplicando con buenos resultados).

 

En pleno verano, Italia es hoy un País con enormes ganas de normalidad. Unas ganas que, sin embargo, no pueden ni deben ofuscar la memoria de los meses pasados cantando desde los balcones con empatia, solidaridad y también con comprensible preocupación.

 

Por eso que hoy no es el momento de olvidar, sino de mirar adelante con cuidado y conciencia.