Es italiana y se llama Limes Renewable Energy, la empresa que se dedica en Chile y en otros Países del mundo al desarrollo e inversión en proyectos de almacenamiento de energías renovables.
La empresa ha recientemente anunciado haber alcanzado los 500MW en nuevos proyectos de almacenamiento en Italia y Chile. Tras haber realizado ya varios importantes proyectos eólicos y fotovoltaicos a escala de servicio público, con esta nueva inversión Limes -activa con un equipo de técnicos y gestores experimentados en el sector en Italia, Chile y Vietnam- integra su presencia en la cadena de valor de la transición energética con el desarrollo de sistemas de almacenamiento electroquímico (Battery Energy Storage System o BESS), aportando también su contribución positiva a las redes eléctricas en el proceso de integración de fuentes renovables no programables.
Fundada en 2017 por un grupo de gestores y técnicos del sector energético con un profundo conocimiento de las dinámicas internacionales del sector energético y más de veinte años de experiencia en el sector de las renovables, combina la pasión por la eficiencia, el desarrollo local y la implementación de proyectos llevados a cabo mediante la selección de las mejores tecnologías combinadas con la sostenibilidad económica y medioambiental a largo plazo. El equipo de Limes ha estado involucrado en el escenario de las energías renovables desde el principio y ha operado con éxito inicialmente en Europa, luego, siguiendo el desarrollo del sector en los mercados emergentes, también en Asia, África y América Latina, creando de vez en cuando asociaciones estratégicas tanto con promotores locales como con grandes empresas para la realización de proyectos a escala de servicios públicos. Limes opera principalmente en proyectos de energía renovable fotovoltaica, eólica y tecnologías de almacenamiento para la optimización de la red.
Actualmente, Limes está desarrollando proyectos de almacenamiento en Italia y Chile, dos países distantes entre sí pero que comparten la misma necesidad en materia energética: la necesidad de invertir en soluciones tecnológicas que apoyen la integración de la capacidad renovable no programable, que ha alcanzado niveles muy importantes, llegando al 31% y 36% del mix energético respectivamente. Además, en ambos países, los planes reguladores incluyen ambiciosos objetivos de crecimiento de estas fuentes de generación para alcanzar los objetivos de 2030. Como es bien sabido, la energía limpia producida por fuentes como la eólica y la solar, debido a las cantidades de energía vertidas a la red con perfiles de producción ligados a la disponibilidad horaria, estacional y climática, requiere también -de la mano- la evolución tecnológica de las redes de transporte y distribución, y en este contexto la disponibilidad de tecnologías de almacenamiento es esencial. En detalle, los proyectos de Limes para Italia y Chile por un total global de 500MW se dividen en varias unidades con una capacidad de entre 50MW y 150MW cada una, todas ellas con un rango de entre 4 y 6 horas de autonomía de acumulación, características de diseño concebidas para optimizar los beneficios para la red al tiempo que permiten obtener ingresos adicionales de los mercados energéticos por servicios auxiliares.
Además, la calidad del diseño de esta inversión en plantas de tecnología de almacenamiento se beneficiará de la experiencia del equipo multidisciplinar, formado tanto por profesionales internos de Limes como por consultores externos, que han analizado y seguido un modelo interno probado basado en su propio know-how para las fases de identificación de áreas, elección de la arquitectura básica del sistema y de las mejores tecnologías de acuerdo con las necesidades de la red.
Al respeto, el Consejero Delegado de Limes, Cristiano Spillati, ha declarado:
«Limes lleva años siguiendo un camino estratégico y evolutivo en energía verde, basado en dos directrices, la internacionalización del equipo y de las inversiones, por un lado, y el enfoque en toda la cadena de valor de la energía renovable eólica y fotovoltaica y las tecnologías de almacenamiento y acumulación relacionadas, por otro. En este contexto», concluyó Spillati, «la importancia de esta nueva inversión en tecnología de almacenamiento tiene un doble significado, tanto en términos de complementariedad de la cartera como de diversificación y ampliación de las oportunidades de crecimiento en un mercado como el de las tecnologías de almacenamiento, que está experimentando y seguirá experimentando una fuerte demanda. De hecho, los estudios de los expertos más autorizados prevén que la capacidad de almacenamiento en baterías en todo el mundo aumentará hasta superar los 400 GW en 2030».