El británico Tao Geoghegan Hart ganó la 103ª edición del Giro de Italia gracias a 39 segundos de ventaja ganados en la contrarreloj final de Cernusco sul Naviglio-Milano. Séptimo y primero de los italianos “Lo Squalo” Vincenzo Nibali.

 

Habíamos dicho aquí que iba a ser un Giro de Italia especial, y no solo por la situación Covid-19 que inevitablemente mantuvo tensos a los atletas hasta el último kilómetro, sino también (y sobre todo) porque desde el comienzo no había un corredor realmente favorito.

 

Dicho y hecho. Predicción plenamente respetada. Porque al final, más que especial, fue un Giro espectacular: ganado en la última etapa por el inglés Tao Geoghegan Hart, nuevo Rey – o mejor dicho “King” – vestido de rosado en Milán.

 

Primero de los italianos Vincenzo Nibali, quien cerró en 7ª posición uno de los Giro más turbulentos e inciertos de la historia.

 

 

Imagínense: solo seis veces en la tradición centenaria del Giro el ganador final no vistió la «Maglia Rosa» durante las etapas anteriores.

Y espérense: jamás había sucedido que dos ciclistas aparecieran en el acto final con el mismo tiempo. ¡Jamás!

 

Porque el sábado pasado el australiano Hindley (quien finalmente terminaría en segundo lugar) sí se había ganado la “Maglia Rosa”, pero por solo 86 centavos (¡86 centavos!) de ventaja sobre Hart; quien a su vez se encontró luchando para la victoria final luego de comenzar la carrera como gregario de Geraint Thomas (retirado por una caída).

 

En definitiva, como en la mejor tradición del Giro d’Italia, se dieron todos los elementos típicos de una gran hazaña ciclista: el sufrimiento, la suerte, la incertidumbre, la rivalidad… y también la belleza, aquella de los increíbles paisajes italianos atravesados en estas tres semanas de carrera, imprescindible marco del certamen ciclístico italiano.

 

 

Finalmente el desempate tuvo lugar en el último suspiro de la competencia; en los quince kilómetros finales, durante una etapa contrarreloj recorrida con el corazón en la garganta por las calles de Milán en la que Hart consiguió ganar los 39 segundos suficientes para triunfar en la edición 2020 del Giro de Italia.

 

Increíble. Fenomenal. Sin precedentes. Un desenlace que para un Giro d’Italia fuera de temporada y en medio de una pandemia todos los aficionados esperaban vivir, aunque nadie hubiese podido imaginar.