Con la presencia de 18 ministros, entre ellos el canciller chileno Andrés Allamand, se llevó a cabo en Roma la X Conferencia “Italia – América Latina y el Caribe. People, planet, prosperity. Il futuro di un partenariato antico”. Varios han sido los puntos de convergencia con los objetivos de la Presidencia italiana del G20, cuya cumbre comienza mañana en Roma. En este sentido Italia se hará portavoz de la necesidad de fortalecer la relación con una región, la latinoamericana, que es un socio natural y estratégico de la UE.

 

Relanzar las relaciones  políticas, junto con las económicas y comerciales, entre Europa y América Latina con Italia como propulsor: este ha sido el objetivo establecido por el ministro de Asuntos Exteriores de Italia Luigi Di Maio, por la viceministra Marina Sereni y por los ministros de América Latina y el Caribe.

 

De hecho la importante presencia de delegaciones latinoamericanas durante la X Conferencia, celebrada en Roma los días 25 y 26 de octubre, atestigua la confianza que la región deposita en Italia como portavoz de las necesidades de América Latina a nivel global, especialmente dada la Presidencia italiana del G20 y siendo partner del Reino Unido en la organización de la COP 26.

 

Como ha afirmado el ministro Di Maio, quien se reunió personalmente con el canciller chileno Allamand, «la presidencia italiana se inspira en la convicción de que el G20 tiene una responsabilidad particular en asegurar que la governance global no se vea comprometida por impulsos unilaterales y en relanzar un multilateralismo más efectivo para enfrentar los desafíos comunes del planeta».

 

 

Como parte de los encuentros que marcaron la X Conferencia, la viceministra Sereni indicó cómo las personas son el verdadero corazón de las estrategias de recuperación. De hecho, el objetivo es contrarrestar el impacto sanitario, social y económico de la pandemia y promover una recuperación sostenible, inclusiva y resiliente. En este contexto, la lucha contra las desigualdades y la igualdad de género son objetivos transversales en la agenda común.

 

Los ministros participantes también destacaron la necesidad de contar con una financiación adecuada no solo para la recuperación económica pospandémica sino también y sobre todo para la transición energética, sobre la base de lo que está sucediendo en Europa.

 

Un objetivo del cual, así como por las otras pautas que surgieron durante el encuentro, la viceministra aseguró que Italia se hará portavoz como Presidencia del G20 y miembro de la Unión Europea.

 

 

De hecho, existen numerosas convergencias entre los objetivos de la Presidencia italiana del G20 y las líneas de acción contenidas en la Declaración Final de la X Conferencia: por ejemplo el fortalecimiento de la arquitectura sanitaria internacional, el aumento de la capacidad de producción de vacunas a nivel local y regional, el cumplimiento de compromisos que aceleren y fortalezcan la implementación del Acuerdo de París, la protección de los mares y océanos, la igualdad de género, la aceleración del desarrollo de energías limpias, la lucha contra la corrupción.

 

Finalmente, la X Conferencia ha dado seguimiento a la invitación del presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, “a colaborar para afrontar los retos y consecuencias de los procesos de globalización para el futuro de la humanidad».

 

Y en este sentido no es casualidad que muchos de los ministros participantes hayan definido el encuentro como un «nuevo punto de partida» después de la pandemia en las relaciones entre Italia y la región, y a la vez entre Europa, América Latina.