En el nuevo polo científico que hospeda la facultad de astronomía de la Universidad de Bologna se encuentra la sede operativa del ambicioso proyecto astronómico internacional CTA -en el cual Italia participa con universidades, el Istituto Nazionale di Astrofisica y el Istituto Nazionale di Fisica Nucleare– y que prevee la construcción en varios lugares estratégicos alrededor del planeta de una serie de Telescopios Cherenkov de última generación.

Eje del proyecto en el hemisferio sur será el Observatorio de Paranal en el cual –gracias a la colaboración entre ESO y CTA- se construirá uno de estos modernísimos telescopios a través de los cuales se podrán detectar y estudiar de forma más detallada los rayos gamma, rayos altamente energéticos y aún bastante desconocidos.

Los rayos gamma son radiación electromagnética de muy alta energía emitida por los objetos más calientes y extremos del universo: los agujeros negros supermasivos, las supernovas y tal vez incluso restos del Big Bang. Aunque la atmósfera terrestre impide que los rayos gamma lleguen a la superficie, los espejos y cámaras de alta velocidad del CTA captarán los breves flashes azules de la misteriosa radiación de Cherenkov, producida cuando los rayos gamma interaccionan con la atmósfera de la Tierra. Localizar la fuente de esta radiación permitirá trazar el origen cósmico de cada rayo gamma.

Con más de 100 telescopios ubicados en los hemisferios norte y sur, el CTA será el observatorio de rayos gamma de alta energía más grande y más sensible del mundo. El CTA será diez veces más sensible de los telescopios actuales con las mismas funciones y tendrá una precisión sin precedentes en su detección de rayos gamma de alta energía el CTA está diseñado para detectar rayos gamma en un área más grande y una gama más amplia.

“Gracias a los acuerdos firmados, el CTAO no solo se beneficiará del espectacular cielo nocturno de Chile, sino también de las instalaciones y de la dilatada experiencia de ESO, que será una valiosa contribución a la realización de este ambicioso sistema de telescopios”, afirma el italiano Federico Ferrini, Director del Observatorio CTA . “La colaboración entre ESO y el CTAO servirá como piedra angular en esta época de rápido crecimiento de la astrofísica multimensajera, proporcionando una oportunidad para establecer más colaboraciones con otras grandes infraestructuras, como ALMA (Atacama Large Millimeter / submillimeter Array), SKA (Square Kilometre Array) y los interferómetros de ondas gravitacionales de tecnología punta”.

La ubicación austral del CTA está a tan solo 11 kilómetros al sudeste de la ubicación del VLT (Very Large Telescope), en el Observatorio Paranal de ESO, en el desierto de Atacama, y a solo 16 kilómetros del lugar de construcción del próximo ELT (Extremely Large Telescope). Tanto las infraestructuras y servicios existentes como la amplia experiencia de ESO encabezando proyectos astronómicos internacionales en Chile, serán un respaldo para la construcción y operación del nuevo conjunto de telescopio.

El alcance científico de CTA es muy amplio: desde entender el papel de las partículas cósmicas relativistas hasta la búsqueda de materia oscura. CTA explorará el universo extremo, sondeando entornos que van desde las inmediaciones de los agujeros negros a los vacíos cósmicos en las escalas más grandes. Incluso puede llevarnos a una nueva física que estudie la naturaleza de la materia y las fuerzas más allá del modelo estándar.

Más de 1400 científicos e ingenieros de países de los cinco continentes participan en el desarrollo científico y técnico del CTA. Los socios de la entidad jurídica actual — CTAO – son los representantes de los ministerios y organismos de financiación de Alemania, Australia, Austria, Eslovenia, España, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, República Checa, Sudáfrica y Suiza.