Con la victoria  por 1 a 0 frente a Gales, la Selección italiana alcanzó los octavos de final de la Eurocopa. El día 26 enfrentará a Austria en Wembley.

 

Frente a Gales, la “Azzurra” dio otra prueba de solidez en el último partido de la fase de grupos de la Eurocopa.

 

Con una formación inicial bastante distinta en el once titular con respecto a las primeras dos citas de la competencia, Italia no modificó ni el estilo de juego ni la intensidad mostrados hasta aquí; logrando ganar el tercer partido seguido sin recibir goles y terminando así primera en su grupo.

 

La sensación es que, pese a no haber aún enfrentado grandes potencias del futbol europeo, la Selección de Mancini tenga en la unidad su verdadera fuerza. El partido del domingo mostró justamente esta actitud colaborativa y comprometida por parte de aquellos jugadores que por primera vez salieron desde el comienzo.

 

 

Federico Chiesa y Marco Verratti fueron los ejemplos más claros de esta actitud. Pese a ser jugadores de nivel internacional, en los primeros dos partidos se sentaron en la banca esperando su momento para salir a la cancha y entregar toda su calidad a la causa del equipo. 

 

Ahora empieza “otra Eurocopa”, y no solo porque eventuales errores se pagarán con la eliminación y, si Italia logrará avanzar, tocará enfrentar a los equipos más poderosos del continente; sino también porque la Selección se despide de Roma y del público italiano para trasladarse a Londres. 

 

 

Un detalle que podría ser mucho más relevante de lo esperado si, por ejemplo, se fijaron en la manera en la cual todo el Olimpico cantaba el Himno Italiano. 

 

La cita es para el sábado 26 a las 15:00 horas frente a la selección de Austria, un adversario no imposible pero sin duda complejo.

 

¿Serán capaces los Azzurri de sobrellevar estas nuevas dificultades y seguir en la pelea por la Copa?