Una ‘Declaración de Ciudades Circulares de América Latina y Caribe’ fue firmada en Roma el 25 de octubre para alcaldes y autoridades de grandes ciudades latinoamericanas, para acelerar la transición hacia un esquema de economía circular. La firma tuvo lugar en un evento paralelo a la X Conferencia Italia-América Latina y el Caribe.

 

La Región Metropolitana de Santiago es una de las nueve ciudades que firmaron la declaración y Claudio Orrego, Gobernador de la Región Metropolitana de Santiago, participó en el evento. Santiago de Chile está transitando hacia la circularidad y forma parte también de “Ciudades C40” una alianza internacional de ciudades para luchar contra la crisis climática y una recuperación sostenible post pandemia, que incluye la incorporación de iniciativas de economía circular, eficiencia hídrica y transporte limpio, entre otras. En este último sector Santiago ocupa un lugar destacado. En 2018, una alianza entre Enel X (sociedad del Grupo Enel que ofrece productos y servicios destinados a la transformación de energía), Metbus y BYD introdujo los primeros 100 autobuses eléctricos en Santiago y hoy, con 776 buses, Chile posee la mayor flota eléctrica del mundo, fuera de China. En tema de electromovilidad Enel X está desarrollando el proyecto Electroruta de Chile, que prevé una inversión de 13 millones de euros hasta 2024 para instalar 1.200 puntos de recarga en todo el territorio chileno.

 

 

La temática de la economía circular ha tenido una fuerte aceleración en los últimos años y se configura como un rediseño del modelo económico basado en insumos de materiales y de energía renovables con un alargamiento de la vida de los bienes. Las ciudades son responsables del 70% de las emisiones globales de CO2, consumen el 60% de los recursos y producen la mitad de los residuos del planeta. Las ciudades representan entonces un espacio perfecto para desarrollar soluciones de economía circular.

 

 

Con la Declaración las administraciones y organizaciones se comprometieron a acelerar la transición de las ciudades hacia una economía circular, implicando a los ciudadanos a través de campañas de sensibilización e impulsando la definición de un marco normativo para promover el desarrollo de modelos virtuosos en línea con los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU. La Declaración subraya que la pandemia ha puesto la urgencia de cuestionar los modelos de desarrollo urbano, acelerando la transición hacia modelos que combinen la sostenibilidad ambiental, la inclusión social y la competitividad económica, la calidad de vida, la salubridad y la resiliencia. Dentro de las acciones acordadas destacan: la constitución de una mesa de trabajo transversal en cada ciudad para definir prioridades y líneas principales de acción y la realización de un documento común que sea el resultado de un proceso de intercambio participativo y que permita definir una prospectiva de largo plazo.

 

Es imprescindible en este momento para lograr estos objetivos una participación conjunta pública-privada con una participación activa y cuanto más amplia posible del sector privado, del público, de las asociaciones, de la universidad y de la investigación tecnológica y de los ciudadanos.

 

 

La Conferencia fue organizada por la empresa energética Enel, la Organización internacional italo-latinoamericana IILA y por CEPAL. El grupo energético italiano, que invierte desde hace muchos años en Chile, lidera el proceso de descarbonización a nivel global reflejando la orientación verde de las políticas energéticas de Italia. Por ejemplo, Enel X acaba de publicar el Circular City Index, un instrumento analítico gratuito para todos los municipios italianos con el que se pueden controlar los principales parámetros de circularidad de una ciudad: cómo y cuánto se reciclan los residuos; el impacto medioambiental de la movilidad; la tasa de digitalización y la eficiencia energética.