El pasado martes el cine italiano se vistió de fiesta para la ceremonia de entrega de los Premios David di Donatello que -podríamos decir- son los equivalentes italiano a los Oscars. El David es de hecho el máximo galardón cinematográfico de nuestro país y es asignado en diferentes categorías por el Ente David di Donatello y por la Accademia del Cinema Italiano desde el 1956 (Revisa aquí todos los premios).
Dueño absoluto de la edición número 64 de la gala, que como de costumbre une arte y glamour, ha sido el largometraje Dogman de Matteo Garrone, que triunfa con nueve estatuillas, incluyendo aquella para “Mejor película”, “Mejor director” y “Mejor actor de reparto” (Edoardo Pesce).
La otra cinta protagonista de la noche es, en cambio, Sulla mia pelle, primera película distribuida por Netflix que sube al escenario de los David. Alessio Cremonini gana como “Mejor director emergente”, mientras que Alessandro Borghi, quien interpreta magistralmente a Stefano Cucchi durante su última semana de vida, se lleva el merecido David como “Mejor actor protagonista” tras una emotiva entrega del premio.
Con algo de sorpresa quedan con las manos vacías las directoras Alice Rohrwacher y Valeria Golino, con las cintas Lazzaro felice y Euforia (proyectada recientemente en Santiago durante Femcine). Finalmente conquista el David para “Mejor actriz protagonista” Elena Sofia Ricci en Loro, la película de Paolo Sorrentino sobre Silvio Berlusconi, mientras que la estatuilla para “Mejor actriz de reparto” va a Marina Confalone para Il vizio della speranza.
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