Tras una historia de división y sufrimiento, las comunas de Gorizia (Italia) y Nova Gorica (Eslovenia) serán juntas Capital Europea de la Cultura 2025. Su proyecto “Borderless” quiere resaltar la riqueza de la diversidad cultural europea, su historia compartida y su patrimonio.

 

El drama de Gorizia, en la frontera entre Friuli y Yugoslavia (ahora Eslovenia), comienza al final de la Segunda Guerra Mundial. La ciudad se divide en dos: el centro histórico a Italia, mientras que la estación de tren de la línea Transalpina, los suburbios y casi todo el territorio municipal y provincial, a Yugoslavia.

 

Luego la Guerra Fría y el Telón de Acero. Y así, durante años Gorizia y Nova Gorica, la nueva ciudad construida en la parte yugoslava, estuvieron físicamente divididas por un muro construido en 1947 a lo largo de la frontera italo-yugoslava. Un muro menos conocido que el de Berlín, pero no menos doloroso, que fue demolido completamente tras la entrada de Eslovenia en la Unión Europea.

 

Hoy, más de treinta años después del final de la Guerra Fría, las comunas de Gorizia y Nova Gorica celebran juntas una gran victoria: con el lema «Borderless», sin fronteras, juntas serán Capital Europea de la Cultura en 2025.

 

Obviamente tras la proclamación por parte de la Comisión de la Unión Europea, la alegría se ha desatado en la Piazza Transalpina; un lugar púbico compartido por las dos ciudades que antes fue símbolo de la antigua división y hoy representa la unión de los dos municipios.

 

 

Dedico esta victoria a la ciudadanía, a la gente de esta zona que tanto ha sufrido pero que ha sabido reaccionar para crear un futuro mejor para los jóvenes”, comenta el alcalde de Gorizia, Rodolfo Ziberna. “Ser la Capital Europea de la Cultura nos permitirá desplegar nuevos recursos humanos y financieros para desarrollar la economía y el empleo de nuestras ciudades a través de iniciativas culturales, pero también urbanas y comerciales. Es un momento trascendental, un punto de inflexión que pone el foco en nuestra historia».

 

Gorizia y Nova Gorica trabajarán juntos para diseñar en 2025 los eventos artísticos y el programa de actividades que caracterizan a cada Capital Europea de la Cultura, con el objetivo de resaltar la riqueza de la diversidad cultural europea, su historia compartida y su patrimonio.

 

El significado del proyecto «Borderless» es precisamente contar una historia en la que «recuerdos pasados ​​y visiones de futuro se mezclan para materializarse en una estrategia cultural efectiva que contribuirá a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de toda la zona fronteriza», se puede leer en el sitio web oficial de la candidatura.