Terminó en Roma, en el espectacular escenario del barrio EUR, la cumbre del G20 liderado por Italia. El Primer Ministro italiano Mario Draghi hizo un balance positivo de la labor realizada, a la luz del documento final que fue adoptado, para impulsar una recuperación más equitativa. Destacan el compromiso para vacunar el 70% de la población del mundo en 2022; al acuerdo per una tasa mínima del 15% para los impuestos corporativos y unos pasos hacia la descarbonización con vistas a la COP26 que se abrió inmediatamente después de la conclusión del G20.
Tras el G20 totalmente virtual de Arabia Saudí, Italia ha logrado organizar un G20 en presencia, con una lógica muy inclusiva abierta a la participación de estados que, aunque no forman parte del G20, pueden ejercer un papel positivo en el contexto de multilateralismo.
Una palabra, “multilateralismo”, que ha sido emblema de la cumbre, como lo subrayó el primer ministro italiano, Mario Draghi: “El multilateralismo es la mejor respuesta a los problemas que enfrentamos hoy. En muchos sentidos, es la única solución posible […] Desde la pandemia al cambio climático hasta impuestos justos y equitativos, hacer todo esto por sí solos simplemente no es una opción viable«.
Ideas que indican el pensamiento compartido según el cual para salir de la crisis pandémica y climática sea necesario el relanzamiento de una responsabilidad colectiva. Precisamente en esta dirección se ha movido la presidencia italiana del G20, favoreciendo la coherencia y la linealidad en todas las iniciativas que ha tomado; comenzando por la solicitud de una mayor responsabilidad de los partners del G20 frente a los desafíos impuestos por la pandemia.
“La pandemia no ha terminado – dijo Draghi – y existen terribles disparidades en la distribución mundial de vacunas. Estas diferencias son moralmente inaceptables y socavan la recuperación global ”.
De hecho, uno de los aspectos más destacados del documento final se refiere justamente al compromiso de alcanzar la meta del 70% de las personas vacunadas en todo el mundo en 2022.
Además Draghi subrayó que se llegó a a un acuerdo histórico para un sistema tributario internacional más justo y efectivo con una tasa mínima de impuestos corporativos al 15%. También se supervisó la asignación de 650 mil millones de dólares como nuevos Derechos Especiales, impulsando la posibilidad de redistribuirlos a los países que más los necesitan.
Hubo desde luego un hilo que vinculaba al G20 romano con la COP26. La lucha contra el cambio climático es un tema muy urgente que afecta a todos y la presidencia italiana del G20 solo podía instar, también en virtud de la asociación con el Reino Unido en la organización de la COP26, a los principales países industrializados a prepararse para la conferencia de Glasgow con temas concretos.
En este sentido, dos fueron los resultados más relevantes: en primer lugar, mantener el aumento de la temperatura media global muy por debajo de los 2° C y continuar los esfuerzos para limitarlo a 1,5°. Así mismo, los líderes se comprometieron para que la financiación pública y privada internacional para las centrales eléctricas de carbón no se extienda más allá de finales de este año, mientras que se destinará a apoyar el desarrollo de la energía verde.
Paralelamente, en cuanto al plazo señalado para la consecución de cero emisiones, se lee en el documento final «a mediados de siglo o alrededor del la mitad del siglo». Una indicación genérica que Draghi, durante la rueda de prensa de cierre, especificó sea de entender como “hacia 2050″.
En general, fue un G20 en nombre del relanzamiento del multilateralismo, para afrontar los grandes desafíos globales sobre la base de principios equitativos, igualitarios e inclusivos.
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octubre 9, 2020