«Las colinas del Prosecco» de Conegliano y Valdobbiadene, ubicadas en la provincia de Treviso, noreste de Italia, son desde hoy Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Italia presentó un dossier centrado en la calidad del paisaje que añade mas valor a los productos típicos de un territorio.     

La proclamación tuvo lugar en ocasión de la 43ra sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, con la deliberación unánime de los 21 Estados miembros. Las colinas de vides del prosecco de Conegliano y Valdobbiadene ofrecen un paisaje natural maravilloso y una cultura de producción de un vino único que representa una de las muchas excelencias del Made in Italy en el mundo. 

«Su belleza paisajística, cultural y agrícola única, junto al gran trabajo promocional de equipo del sistema país hicieron ganadoras a esas colinas, donde se produce el vino espumante italiano famoso en todo el mundo.” anunció el canciller italiano, Enzo Moavero Milanesi.

«Con la decisión del Comité de Selección se reconoce el valor universal de un paisaje cultural y agrícola único, originado por una extraordinaria y sabia interacción entre una actividad productiva de excelencia y la naturaleza de un territorio fascinante», confirmó Moavero.

 

El origen del nombre «prosecco» parece venir de un lindo castillo cerca de Trieste (el castillo de Moncolano) también conocido como Torre del Prosecco y de un pueblo que lleva el mismo nombre.

Las producciones de prosecco remonta a la Edad Media, cuando ya se habían integrado en el territorio a través de pequeñas viñas en el medio de los bosques, creando una estructura peculiar con una belleza única. 

Sin embargo las vides de prosecco tienen un origen aun más antiguo que parece ser antecedente a la colonización de los Romanos, aunque tengamos documentada sus presencias solo desde los últimos años de la Republica de Venecia. 

El reconocimiento de la Denominación de Origen Controlada para el prosecco producido en 15 municipios entre Conegliano y Valdobbiadene llega, en cambio, en 1969. 

Desde entonces este producto se convirtió en el vino blanco italiano más exportado y es conocido también por ser el ingrediente principal del cóctel bellini.  De hecho, en tan solo el año 2018 se han producido 464 millones de botellas, la mayoría de las cuales dirigidas al exterior (sobre todo a Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Francia). 

Así las colinas del prosecco se convierten en el 55º sitio de Italia en la Lista de los Patrimonios Mundiales de la Humanidad, subrayando la importancia de nuestro País en el ámbito UNESCO.