Hoy 17 de marzo se cumple el aniversario número 159 de la Unidad de Italia.

 

El “Risorgimento”, como es llamado el periodo histórico que terminaría en 1870 con la anexión de Roma, llega a su cumbre en 1861 cuando por fin Vittorio Emanuele de Savoia puede proclamar el Reíno De Italia.

 

Un aniversario sin duda diferente el de hoy día: el País, en emergencia por el difundirse del contagio de coronavirus, se enfrenta probablemente al mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial.

 

Desde luego no habrán celebraciones oficiales. Sin embargo, pese a la adversidad, el sentimiento unitario y nacional se está levantando más alto que nunca en estos días de lucha.

Como si un nuevo “Risorgimento” floreciese a lo largo de toda la península.

 

Se trata de una renovada cohesión que ha sido anhealda en primer lugar por el Presidente de la República, Sergio Mattarella, quien ha subrayado como “El clima de dificultad, de incertidumbre y de sufrimiento que estamos viviendo hace aun más necesaria una unidad de todos los ciudadanos alrededor de los valores constitucionales y de los símbolos republicanos”.

 

 

Así, desde la cuarentena de sus hogares, millones de italianas y de italianos están sintiendo la necesidad de expresar con fuerza un renacido sentido de comunidad y de orgullo nacional.

 

De norte a sur, de Aosta a Palermo, los balcones de toda Italia están siendo escenario para una nueva ritualidad colectiva y celebrativa: si miles de banderas tricolores flamean recordando al mundo que Italia resiste, los flashmobs musicales que se repiten día tras día revitalizan el ánimo de los ciudadanos y dan muestra de como en Italia el arte, la creatividad y la belleza siempre serán herramienta para solucionar los problemas.

 

 

“El clima de dificultad, de incertidumbre y de sufrimiento que estamos viviendo hace aun más necesaria una unidad de todos los ciudadanos alrededor de los valores constitucionales y de los símbolos republicanos”

Sergio Mattarella, Presidente de la República

 

Se abren las ventanas, la gente se asoma a los balcones, se desahoga la frustración. Y como hace un siglo y medio la personas gritaban desde sus casas “Viva VERDI” (acrónimo de “Viva Vittorio Emanuele Re d’Italia), ahora un nuevo mensaje apolítico y humanitario, #andratuttobene, se expresa a través de la música y del canto colectivo.

 

Se puede escuchar de todo: el Himno de Mameli, por supuesto, entonado varias veces al día en todas las ciudades. Pero también decenas de grandes clásicos de la tradición popular italiana; desde “Azzurro” a los último éxitos de Sanremo.

 

El resultado es emocionante: un director de orquesta dirige desde el balcón a la entera comunidad de vecinos, un trompetista conmueve Milán con “Oh mia bela Madunina”, un tenor regala arias de ópera a todo el barrio, el cantante Cesare Cremonini comparte su famosa “50 Special” con los residentes de su edificio, un joven arma un DJ set para que decenas bailen en sus cocinas, en sus living y en sus dormitorios…  y de pronto las calles, vacías y silentes, se llenan de guitarras, tambores, violines, trompetas, flautas y voces.

 

 

Un pueblo herido pero más vivo que nunca, consciente de que el objetivo es poder volver lo antes posible a “correr unidos y más rápido”, como subrayado por el Primer Ministro, Giuseppe Conte; quien en este aniversario de la Unidad ha mandado un nuevo mensaje a los italianos: “Ahora como nunca Italia debe estera unida. Dejemos flamear con orgullo nuestro Tricolor. Cantemos contentos nuestro Himno nacional. Unidos, responsables y valientes. Todos juntos para derrotar al enemigo invisible.”

 

 

 

 

La emergencia compartida ha generado un “sentido de comunidad aumentado”:  una necesidad de enfrentar las dificultades en conjunto, a pesar de tener la obligación de estar distantes. El deseo de ser parte de la misma Nación y de la misma Cultura como arma contra el miedo.  Las ganas de volver a descubrir las mismas tradiciones para superar, en grupo, las dificultades.