Hoy seguimos con nuestra rubrica sobre los lugares italianos declarados patrimonio inmaterial de Unesco. Esta vez nos mudamos al norte de Italia, en la región de Piemonte, donde además de las numerosas y conocidas viñas que producen unos de los vinos más ricos de Italia encontramos en Turín las Residencias Sabaudas, es decir aquellos palacios que pertenecieron a la corte real de los Saboya.

Torino. Palazzo Reale

En primer lugar hay que introducir Turín: una ciudad que justamente por haber sido centro de la Casa Real de los Saboya ha desarrollado una imagen y un carácter único en Italia, bastante parecido al de las grandes capitales europeas como París o Viena. Hoy, si bien aún no entra en las ruta turística masivas, Turín es un centro urbano de gran perspectiva que representa un eje importante del norte de Italia: ha sido, por ejemplo sede de la Olimpiadas de Invierno del año 2006 y es actualmente un polo industrial y cultural de enorme prestigio, como testimoniado por la presencia del Politécnico (una de las la principales facultades de ingeniería del País), del Salón del Libro y de grandes e internacionales empresas como Fiat. A la vez Turín conserva ese aire elegante; un aire reflejado en su centro histórico lleno de antiguos cafés donde todavía los habitantes se reúnen cotidianamente.

Por otro lado la historia de las Residencias empieza en 1563. Italia todavía no es un país unitario y no lo será por los siguientes tres siglos. El Duque de Saboya, Emanuele Filiberto, elige Turín como capital de su ducado y inicia un proyecto de reorganización del territorio con el objetivo de celebrar el poder absoluto de la casa real. Sus sucesores realizarán su proyecto entre los siglos XVII y XVIII partiendo la ciudad en dos diferentes aéreas de interés: la Zona di Comando, en el centro de la ciudad, y la Corona di Delizie, fuera del centro, que consiste en la construcción de nuevos edificios destinados a la caza para la corte.

Torino. Palazzo Carignano

El sitio entero consta de 22 edificios, de los cuales 11 están en le centro de la ciudad y los otros en los alrededores. Los edificios que son parte de la Zona di Comando se encuentran todavía en el centro de Turín y son: el Palazzo Reale, la Armeria Reale, el Palazzo della Prefettura e Archivio di Stato – primeros ejemplos de arquitectura destinada a fines administrativos – , la Facciata del Teatro Regio (que sobrevivió a un incendio donde resultaron quemadas todas la otras partes del edificio), la Accademia Militare, la Cavallerizza Reale (destinado a los espectáculos equestres de corte) la Regia Zecca, el Palazzo Chiablese, Palazzo Madama y por último – si bien se considera uno de los más encantadores – Palazzo Carignano, que hospedó en 1859 el primer Parlamento italiano.

Torino. Castello di Venaria Reale

La Corona di Delizia, en cambio, consiste en un sistema de residencias extraurbanas dedicadas al entretenimiento. Construidas radialmente alrededor del centro de la Capital incluyen el Castello del Valentino, la Villa della Regina, il Castello di Moncalieri, il Castello di Rivoli, il Castello di Venaria Reale, la Palazzina di Caccia di Stupinigi, il Castello di Agliè, il Borgo Castello de La Mandria, il Castello di Racconigi, Castello e Agenzia di Pollenzo, il Castello di Govone.

Una red de palacios que hoy en día hospedan en la mayoría de los casos museos o áreas expositivas, que todavía dan muestra de la grandiosidad de Turín en su época pre-unitaria.