Roma, como capital de Italia, cumple hoy 150 años. De hecho el 21 de enero de 1871 se aprobó la ley que establecía el traslado de la capital del Reino de Italia desde Florencia a Roma.

 

Exacto. Desde Florencia, que fue la segunda capital del Reino después de Turín.

 

Roma por otro lado, con su glorioso pasado, no se convirtió inmediatamente en la capital por una “simple” razón… aún no era parte del Reino de Italia.

 

Sin embargo (como contamos aquí) el 17 de marzo de 1861, día de la Unificación de Italia, Roma capital ya se veía como un objetivo esencial: allí mezclaban la historia, la grandeza y la cultura italiana como en ningún otro lugar de la Península.

 

Aun así la primera capital del Reino de Italia fue Turín; antigua capital del Reino de Cerdeña y “hogar” de la familia Savoia, la familia real. No es casualidad que quienes visitan hoy la ciudad piamontesa se enamoren de ella precisamente por su estilo elegante y suntuoso.

 

Luego, en 1864, sobre todo por razones estratégicas, se eligió cambiar. La capital se movió a Florencia ya que con su posición más central  se proyectaba hacia lo que debía ser el objetivo final: Roma.

 

Una elección, la de Florencia como capital, que no tomaron nada bien en Turín. Tanto es así que las protestas desembocaron en violentos enfrentamientos entre manifestantes y ejército. Lamentablemente los tumultos terminaron con decenas de muertos en la que hoy se conoce como la «Masacre de Turín».

 

En cualquier caso, la capital se trasladó de Turín a Florencia. Aunque la impresión siempre fue la de una solución temporal a la espera del momento oportuno para poder moverla definitivamente a Roma.

 

 

De hecho, el 20 de septiembre de 1870, el ejército italiano dirigido por el general Cadorna abrió la famosa brecha de Porta Pia, episodio del Risorgimento que sancionó la anexión de Roma al Reino de Italia.

 

 

Lo más difícil estaba hecho. Ahora sólo quedaba llevar a cabo el cambio de los sistemas administrativos y así realizar el sueño de Roma capital del Reino de Italia.

 

Un cambio, como se mencionó, puesto en práctica desde el punto de vista legislativo el 21 de enero de 1871; mientras que la ceremonia oficial se realizó unos días después, el 3 de febrero.

 

Italia finalmente tuvo su capital, en la que, para citar al político y patriota Cavour, estaban «todas las circunstancias históricas, intelectuales y morales que deben determinar las condiciones de la capital de un gran estado».