El 7 de enero de 1797 nacía en la ciudad de Reggio Emilia la que hoy es la bandera italiana; mejor conocida como “Tricolore”. El estandarte nació hace 223 años pensado como bandera Cispadana, una república constituida bajo el control de Napoleón por los territorios de Bologna, Ferrara, Modena y Reggio Emilia.

En su acta de constitución se lee: “[…] que se haga Universal el Estandarte o Bandera Cispadana de tres colores, Verde, Blanco y Rojo y que estos tres colores se ocupen también en la Roseta Cispadana, la cual tiene que ser llevada por todos”.

La idea surgió de dos jóvenes estudiantes de la Universidad de Bologna, Luigi Zamboni e Giovanni Battista de Rolandis, mientras que quien propuso que el estandarte formado por los colores verde, blanco y rojo fuera levantado en todos los lugares sujetos a la soberanía de la República Cispadana fue el cura católico Giuseppe Compagnoni.

Sin embargo había una enorme diferencia con la actualidad: la bandera, si bien ya mostrase los tres colores verde, blanco y rojo, se componía de líneas horizontales. De hecho la verticalidad del «Tricolor», es decir su actual apariencia, llegaría solo unos años más tarde cuando las repúblicas Cispdana y Cisalpina se unificasen.

Aun así, pensar en la Bandera Tricolor significa, para todos los italianos, pensar en los levantamientos del Risorgimento y en la unidad nacional: desde luego la insignia verde, blanca y roja sería adoptada por los patriotas ya en las revueltas de 1821 y, más adelante en 1848, por el mismo Rey Carlo Alberto de Savoia. De esta forma el “Tricolor” se convertiría en la Bandera de la Unidad de Italia en 1861, con la corona real en el centro. Apenas en 1947, tras el nacimiento de la República Italiana, se confirmaría su actual imagen. Finalmente en 1997, en ocasión de su 2° centenario, el Parlamento Italiano proclamaría el día 7 de enero como “Jornada Nacional de la Bandera”.

“Desde Reggio Emilia nuestra bandera ha sido testigo de todos los acontecimientos que han marcado el Risorgimento y la conquista de la Unidad de Italia, hasta la República –ha afirmado el Presidente Sergio Mattarella en 2019- Un camino definido por momentos de gran entusiasmo y también de terribles sufrimientos, sobrellevadas con tenacidad, obstinación y el heroismo de un pueblo que jamás ha renunciado en querer dar a sus hijos un futuro mejor. En el Tricolor los italianos siempre han visto reflejada su historia común.”

Pero ¿por qué la bandera italiana se compone justamente de estos tres colores? Las explicaciones son diferentes y es difícil llegar a una interpretación objetiva. Hay quienes opinan que fue simplemente una copia del modelo francés, con la substitución del azul con el verde. Sin embargo Italia es tierra de emociones y no han faltado quienes, poeticamente, quisieron ofrecer una motivación más sugestiva. Giousé Carducci, por ejemplo, escribía  “le nevi delle alpi, l’aprile delle valli, le fiamme dei vulcani. E subito quei colori parlarono alle anime generose e gentili… il bianco, la fede serena alle idee… il verde, la perpetua rifioritura della speranza … il rosso, la passione ed il sangue dei martiri e degli eroi.”

Palabras que se reflejan a menudo en las explicaciones dadas a los niños acerca del nacimiento del “Tricolor”, donde el verde representaría las llanuras, el blanco la nieve de los Alpes y el rojo la sangre de los patriotas.

De toda manera, cualquiera sea el origen cromático, siempre es un gusto y un orgullo admirar el verde, el blanco y el rojo flamear afuera de edificios públicos, en las plazas o al terminar una competición deportiva… porque recuerda la historia de Italia, su pasión y su belleza, sus tradiciones y, también, los nuevos horizontes por alcanzar.