Grazia Deledda y Gabriela Mistral, dos mujeres ganadoras del premio Nobel a la literatura, tienen sus rostros plasmados juntos en un mural realizado por el artista visual chileno Héctor Carrasco en la ciudad Nuoro en Italia.
Ambas escritoras han dejado una profunda huella para las generaciones futuras y sus obras representan historias y experiencias de vida, de momentos difíciles y de alejamiento de su tierra natal.
Crecimos con los relatos de estas dos mujeres, que nos hicieron amar Sardegna y Chile, a través de personajes y acontecimientos.
Grazia Deledda, nació en la ciudad de Nuoro en 1871, para mudarse después de su matrimonio en Roma y fue galardonada con el Nobel a la literatura en 1926.
Totalmente autodidacta, se caracteriza por un tipo de escritura, no fácil de catalogar. Su temperamento romántico y en cierto modo adolescente recreó argumentos tomados de las historias orales de su isla natal. Fundidas con una lectura atenta de los textos bíblicos y de los novelistas europeos de su tiempo, las historias alcanzaron un fondo moral que trasciende la literatura naturalista a la que, en rigor, pertenecen, pasando de las aventuras románticas a las narraciones con profundidad psicológica que no pertenecen por entero a ninguna tradición literaria. Una escritora universal con un mensaje revolucionario ya que sus escritos hacían hincapié en la figura y la protección de la mujer, el cuidado de los humildes, el aprecio y el respeto por el medio ambiente, sin descuidar su increíble capacidad para sondear el alma humana.
Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy, nació en 1889 en la pequeña ciudad chilena de Vicuña para posteriormente vivir en diferentes ciudades y países y recibió el premio Nobel en 1945, siendo la primera escritora en lengua española en recibir dicho reconocimiento.
De tendencia modernista en sus inicios, su poesía derivó hacia un estilo personal, con un lenguaje coloquial y simple, de gran musicalidad, y un simbolismo que conecta con una imaginería de tradición folclórica. En sus obras expresó temas como el sufrimiento o la maternidad frustrada, así como inquietudes religiosas y sociales que responden a su ideología cristiana y socialista. Poetisa de acento genuino y entrañable, parte de su no muy abundante producción está dedicada a los niños (fue maestra rural durante quince años), y tal vez sea éste el aspecto más conocido y celebrado de su obra. Sin embargo, su verdadera personalidad se revela, sincera, poderosa y conmovedora, en versos por los que circula una intimidad dolorida y una ternura en busca de sus propios cauces de manifestación.

El autor del mural es el chileno Héctor Carrasco, diseñador gráfico, muralista, promotor cultural, conocedor de las técnicas de impresión y comunicación, residente en Italia desde 1974 con una experiencia adquirida en Chile junto al famoso artista Roberto Sebastián Matta. Posee una trayectoria de cientos de murales pintados en Italia y en Europa: en plazas, en muros de ciudades, en teatros, en cárceles, en escuelas y gimnasios de países grandes y pequeños, siempre implicando a los jóvenes en la obra artística y como legado testimonial.
Dos grandes figuras de la literatura chilena e italiana tienen ahora una nueva obra pictórica en Italia como testimonio de la trayectoria que las acomunas.
Publicaciones Relacionadas
enero 16, 2023