El reciente hallazgo de un hermoso termopolio, establecimiento comercial dedicado a la venta de comida caliente, en la ciudad romana de Pompeya, famosa por haber quedado totalmente destruida por la erupción del Vesubio en el 79 d.C., revela la forma en que los romanos se alimentaban ya en ese entonces. Se calcula que en la ciudad de Pompeya existían más de 80 termopolios, locales que por su forma de preparar y servir comida pueden ser considerados los antesignanos de los actuales establecimientos de street food.

 

Analizando los restos encontrados en este último termopolio con forma de L y con increíbles frescos, es posible deducir que los principales alimentos consumidos por los 12.000 habitantes de Pompeya eran básicamente representados por frutos secos, legumbres, cereales, verduras y fruta, pescado y mariscos, quesos duros y blandos y grandes variedades de pan. Una alimentación que ya en su época constituía la base de la que actualmente conocemos como Dieta Mediterránea.

 

La Dieta Mediterránea es reconocida a nivel mundial como un modelo nutricional y de comportamiento alimenticio que, además de satisfacer el gusto, tiene grandes efectos benéficos en la salud. Este modelo nutricional ha cambiado en el curso de los siglos, constituyendo las bases de la actual cocina italiana. Italia es, hoy en día, uno de los mayores representantes de este estilo alimenticio y de vida que desde 2010 ha sido reconocido por la Unesco como patrimonio oral e intangible de la humanidad. Este régimen nutricional, que se basa en los alimentos y buenas prácticas alimentarias de los países de la cuenca del Mediterráneo, privilegia el uso de fruta, verdura, cereales, aceite de oliva, pescado, huevos, legumbres, lácteos y un uso más moderado de carnes rojas y grasas animales.

 

El tipo de alimentos consumidos por los habitantes de Pompeya se diferenciaba también en razón de la clase social y económica, siendo el consumo de pescados y mariscos la comida favorida de los ricos.

 

Los textos de la literatura latina de la época nos cuentan que el vino era siempre presente en las comidas y que estas eran acompañadas por salsas especiales, como el “garum” obtenida a través de la fermentación de las vísceras de pescado, y condimentadas con muchas especias.

 

En este video se relatan las fases del hallazgo de este nuevo termopolio y sus elementos más característicos.