El Embajador de Italia en Chile, Mauro Battocchi, tuvo la oportunidad de visitar una de las plantas de la empresa italiana AgriChile que, en distintas zonas del sur del País, produce avellanas europeas. Lo que encontró fue un modelo de crecimiento industrial sustentable basado en los vínculos con los productores locales, además de un ejemplo de colaboración ítalo-chilena proyectada hacia el mañana.

 

En Maule, Ñuble y Araucanía está presente una empresa agrícola italiana que con su trabajo genera un aporte importante al crecimiento económico de Chile.

 

Impactando positivamente en las comunidades locales, aumentando la fuerza de trabajo y garantizando la sostenibilidad del sector.

 

Es la italiana AgriChile, que produce y compra de 450 productores independientes las deliciosas avellanas europeas.

 

AgriChile es una de las filiales agrícolas de Ferrero, que llegó al País hace ya tres décadas. Su objetivo de producción es abastecer especialmente en contra-estación la marca chocolatera italiana de avellanas frescas.

 

 

El modelo de AgriChile es innovador, logrando que industria y calidad del producto sean sinónimos.

 

Gracias a AgriChile, Chile es hoy un importante polo productor a nivel mundial de avellanas europeas.Basta con mencionar que 12 silos van pronto a ser llenados con 6000 toneladas de avellanas.

 

 

Un sistema de viveros propios produce más de un millón de plantas cada año; plantas que son entregadas en condiciones favorables a quienes deseen cultivar el avellano europeo.

 

De esta manera AgriChile genera condiciones de apoyo mutuo y capacitación a través del Programa de Desarrollo de Proveedores. Una herramienta que permite estar al lado de los productores, aumentando los conocimientos acerca del cultivo del avellano europeo y mejorando la calidad de los huertos.

 

 

Así AgriChile impulsa el crecimiento industrial, sin dejar a un lado el desarrollo de nuevos productores.

 

Además la maquinaría que utiliza AgriChile es italiana, testimonio de la hegemonía de los productos mecánicos dentro de los 1000 millones de euros anuales de exportaciones desde Italia hacia Chile.

 

 

Calidad del producto, desarrollo económico, sustentabilidad del proyecto.

 

Por estas razones AgriChile es un excelente ejemplo de producción industrial capaz de salvaguardar y fortalecer el contexto local, además de un paradigma de fructífera colaboración ítalo-chilena.