Es fundamental para Italia poner la industria en el centro del debate estratégico y de la Agenda de acción nacional ya que la industria manufacturera italiana representa el asset fundamental para el crecimiento del País considerando que el proceso de producción y transformación de productos y bienes de consumos involucra a casi medio millón de empresas, ocupando a 4 millones de trabajadores y generando 267 mil millones de Euro de valor agregado. Por cada Euro invertido en la industria italiana se generan 2,1 Euro por el País gracias a las interconexiones productivas con las demás actividades económicas.

 

Esto se lee en un estudio elaborado por The European House – Ambrosetti por encargo de la Fundación Feria Milán para indicar elementos claves para la reactivación de la economía nacional, llamado “Il futuro dell’industria italiana tra resilienza, rilancio dopo la crisi santiaria globale e competitivitá di lungo periodo” (El futuro de la industria italiana entre resiliencia, reactivación después de la crisis sanitaria global y competitividad de largo plazo).

 

De acuerdo con cuanto señalado en el estudio, la industria italiana del futuro deberá desarrollar su rol de líder internacional tanto en sectores tradicionales del Made in Italy cuales alimentos, moda y muebles (que actualmente crean el 35% del valor agregado industrial), como en las industrias tecnológicas del aeroespacial, de la automación y robótica y de Life Science (biotecnología, farmacéutica). De hecho en la redefinición de las producciones industriales italianas del futuro se identifican dos condiciones fundamentales: la adecuación del sistema de formación y la evolución tecnológica para suportar el desarrollo innovativo en los sectores de alto potencial para la industria italiana.

 

Además, la misma The European House – Ambrosetti ha elaborado la visión que puede guiar la transformación de la industria italiana: “llegar a ser el País de referencia para el desarrollo de las excelencias para hacer vivir mejor al mundo”. Esta visión ha sido desarrollada tomando en cuenta los elementos distintivos y constituyentes de la identidad italiana (según levantamiento de informaciones realizado por el Ministerio italiano de Relaciones Exteriores a través de su red diplomática) tanto para los individuos como para las empresas: estilo, creatividad, atención en el patrimonio cultural, capacidad artesanal, centralidad de la relación humana, espíritu empresarial, humanismo tecnológico y economía avanzada.

 

 

La industria italiana podrá contar con los recursos del plan de Next Generation EU 2021-2024 que apunta a una Europa verde, digital y resiliente y, a nivel nacional, del Piano Transizione 4.0 elaborado por el Ministerio italiano de Desarrollo Económico que con un financiamiento de 7 mil millones de Euro para el periodo 2020-2022 apunta a favorecer la transición digital de las empresas, suportar el gasto privado en investigación y desarrollo y aumentar las competencias en las materias relacionadas con las tecnologías habilitantes para la industria 4.0.